• Té negro
• té verde
• Té blanco
• té rojo

El té es una bebida tan común que ya no se puede imaginar ningún hogar sin él. Encuentros agradables con una taza de infusión pura o aromatizada, largas noches de invierno con películas y té en una taza enorme o, por ejemplo, días calurosos de verano refrescados con té de frutas bien frío: todos lo conocemos muy bien, ¿verdad?

Sin embargo, el té tiene muchas propiedades curativas de las que no tenemos idea. Cada tipo de té, tomado en la cantidad adecuada, influye positivamente en el funcionamiento de nuestro cuerpo y en nuestro bienestar general. Por eso vale la pena saber qué infusión elegir para lograr ciertos resultados. ¿Qué elegir cuando el sistema inmunológico no soporta las infecciones como debería? ¿Qué beber cuando queremos que nuestro metabolismo funcione correctamente? Hoy intentaremos responder a estas preguntas y examinar más de cerca lo que esta increíble bebida nos ofrece.

Té negro

Es el tipo de té más popular, aunque se asocia principalmente con sus características de sabor: el aroma de esta infusión es fuerte, intenso y el sabor es más bien amargo. Sin embargo, servido en su forma natural, el té negro tiene un efecto bactericida, por lo que se usa con gusto para combatir intoxicaciones alimentarias leves. También conocemos su combinación con miel y limón, que principalmente consumimos en resfriados. Además, esta bebida calienta el cuerpo, fortaleciendo así su inmunidad.

té verde

Las propiedades antibacterianas también son características (o mejor dicho, ¡sobre todo!) del té verde, que a menudo se usa como un medio seguro para limpiar el cuerpo de toxinas. También actúa bien en la digestión, mejora la circulación y calma. Esta infusión es extremadamente rica en varios tipos de minerales y vitaminas (incluyendo hierro, zinc, calcio y potasio), y al consumirla influimos en la función adecuada de nuestra vista, la fortaleza de los huesos y el buen estado de los dientes.

Té blanco

Té blanco se usa a menudo como un sustituto más saludable del café, ya que tiene un efecto estimulante fuerte: al beberlo, proporcionamos a nuestro cuerpo una dosis potente de energía que nos acompaña un poco más que el tradicional "subidón" de cafeína. ¿Qué más? ¡Mucho! Previene el envejecimiento prematuro de la piel, mejora la circulación, tiene efecto depurativo y mejora la concentración.

té rojo

Esta infusión también ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas, y además influye positivamente en el funcionamiento del sistema digestivo, especialmente del hígado. Tiene un efecto fortalecedor y muchas personas lo consideran un suplemento natural muy efectivo: el té rojo promueve la quema de grasa innecesaria y la pérdida de peso.

No nos queda más que animarle a preparar unas tazas de té diariamente. Seguro que no se arrepentirá y en poco tiempo reconocerá sus extraordinarias posibilidades!